Un método usual para educar el oído es, además de asistir a muchos
conciertos en vivo, trabajar con grabaciones de alta calidad y con
librerías de sonidos,
llamadas Samples. Pero lo más acertado es conseguir algún sistema
ya preparado
de educación aural, enfocado hacia el sonido Pro. Lo más fácil es
que dicho curso sea en soporte digital, pues de ésta forma nos curaremos
en salud y no arriesgaremos una cierta degeneración del soporte con el
uso. Éstos cursos ofrecen centenares de ejemplos con comparaciones A-B,
lo cual nos obliga a reflexionar y tomar decisiones,
de tal modo que, al final de los ejercicios diarios, nos ofrezcan
una evaluación
de nuestra evolución en cuanto a perfeccionamiento auditivo.
Los diferentes parámetros que afectan al sonido grabado son también parte de
estos ejercicios, por ende su finalidad no es sólo la de conseguir una muy buena
audición sino además una escucha preparada para el técnico en grabación o Masterización.
En ellos además de analizar frecuencias se abordan aspectos tales y muy sutiles
como la distorsión o la compresión...
Claro está que antes uno necesita saber cuales son los parámetros que abarcan
todos éstos "efectos", para así poder saber de qué se está hablando.
Así que tenemos un doble trabajo paralelo: por un lado debemos de saber manejar
cierto hardware Pro, y por otro lado también nos auto-educaremos en discernir
los cambios que dicho hard provoca, sea para bien o para mal.
Éste es un trabajo muy personal y que nadie puede hacer por nosotros, y sólo
la constancia y el empeño puede llevarnos a buen término. De sobra es conocida
la afirmación que sólo los oídos infantiles abarcan mayor espectro de frecuencias,
y que con la edad se pierden "capacidades", pero no deja de ser más
cierto que se necesita un tiempo, a veces años, para lograr una escucha "educada",
así que nunca es tarde para aprender a escuchar bien.
jueves, 3 de abril de 2014
Importancia del modo sonoro en la musica pop
A lo largo de la relativamente breve historia del sonido grabado,
debido a ciertos impedimentos técnicos y a cuestiones varias, de índole político
y económico, los resultados musicales sonoros (técnicos y tímbricos) han ido
variando con el tiempo.
Un ejemplo, de los muchos que hay, en el campo técnico, es el advenimiento del Transistor que paulatinamente fue sustituyendo a la Válvula de vacío, pero que no ha sido del todo aceptado por gran parte de los músicos contemporáneos. ¿A qué es debido ésto, si el Transistor tiene una respuesta mucho más precisa que la Válvula? Pues sencillamente que el gusto musical y de audición, forjado en los primeros lustros de la historia sonora, se basó en la escucha de la respuesta logarítmica de dicha Válvula, y que, a nuestros oídos, suena más dulce que la "inmediata" respuesta lineal del Transistor.
Otro ejemplo aleccionador es el paso de lo Analógico a lo Digital, bautizando la audiencia de cálido el primero y frío el segundo.
Respecto a las modas musicales, ningún público de primeros de siglo XX habría soportado un choque sonoro como el que ahora se generan en ciertos clubes. Otro ejemplo: cuando se electrificaron algunos instrumentos como la guitarra o el órgano, éstos no fueron aceptados culturalmente por muchos oyentes, definiéndolos como ruido, frente a la suavidad de los instrumentos acústicos. Para más radicalidad luego llegaron los Efectos aplicados a instrumentos, abriendo más brechas entre las audiencias.
Un ejemplo, de los muchos que hay, en el campo técnico, es el advenimiento del Transistor que paulatinamente fue sustituyendo a la Válvula de vacío, pero que no ha sido del todo aceptado por gran parte de los músicos contemporáneos. ¿A qué es debido ésto, si el Transistor tiene una respuesta mucho más precisa que la Válvula? Pues sencillamente que el gusto musical y de audición, forjado en los primeros lustros de la historia sonora, se basó en la escucha de la respuesta logarítmica de dicha Válvula, y que, a nuestros oídos, suena más dulce que la "inmediata" respuesta lineal del Transistor.

Previo de Válvulas
Otro ejemplo aleccionador es el paso de lo Analógico a lo Digital, bautizando la audiencia de cálido el primero y frío el segundo.
Respecto a las modas musicales, ningún público de primeros de siglo XX habría soportado un choque sonoro como el que ahora se generan en ciertos clubes. Otro ejemplo: cuando se electrificaron algunos instrumentos como la guitarra o el órgano, éstos no fueron aceptados culturalmente por muchos oyentes, definiéndolos como ruido, frente a la suavidad de los instrumentos acústicos. Para más radicalidad luego llegaron los Efectos aplicados a instrumentos, abriendo más brechas entre las audiencias.
El sonido como concepto cultural
Un factor a tener en cuenta es que el concepto de sonido es un concepto cultural más, como lo pueda ser la pintura o más detalladamente
el color mismo. Hay que tener en cuenta el entorno cultural donde uno reside
e igualmente el entorno hacia donde vaya dirigida nuestra audiencia. Desmenuzando
aún más, encontraremos sectores de dicha población con percepciones distintas
o sensibilidades diferentes. (recordad que cada uno percibe la sensación de
sonido de forma muy "personal") Las edades y la preparación cultural
son otros factores a tener en cuenta, lo cual abriría campo para otro estudio
detallado.
Nos detendremos, ya que presuponemos una cierta homogeneidad social, a estudiar en todo caso, los Tipos de oyentes, a los cuales van dirigidos nuestros registros. Es en ese momento cuando hay que tomar decisiones importantes como ecualizaciones binaurales o ponderaciones típicas. Como pequeño ejemplo dilucidatorio pongo en un extremo totalmente diferente al público infantil que el de avanzada edad, o el público de una discoteca frente al de un auditórium. Son extremos que nos clarifican y obligan a actuar de forma diferente, pero también nos previenen de que existen muchas más sutilezas sonoras de las que en un principio hubiéramos sospechado.
Uno de los factores que influye más en el sonido es la música y sus intérpretes. Los conceptos de Dinámica y Ecualización, son de lo más influyentes dependiendo del estilo escogido. Nosotros deberemos de estudiar previamente estas formas musicales para saber, primero como son conceptualmente, y luego poder actuar correctivamente si así lo necesitaran. Si uno se especializa en determinado estilo, debería de conocer el máximo número de trabajos ajenos, anteriores y futuros, para ir primero formándose y luego reforzando los conocimientos y conclusiones llegadas. Nuestra experiencia es la piedra angular en la cual se basará nuestro éxito. Sólo con dicho saber podremos usar toda la parafernalia típica en una Grabación y en un posterior ReMasterizado, tales como Compresores, Ecualizadores, etc..
Así que podemos concluir con que el trabajo posterior a nuestra experiencia auditiva, para ser eficaz, debe de contar no sólo con una exquisita escucha, sino un análisis y un bagaje cultural previamente estudiado. Es cuando empecemos a dilucidar diferencias y parecidos, cuando llegaremos a razonamientos concluyentes.
Nos detendremos, ya que presuponemos una cierta homogeneidad social, a estudiar en todo caso, los Tipos de oyentes, a los cuales van dirigidos nuestros registros. Es en ese momento cuando hay que tomar decisiones importantes como ecualizaciones binaurales o ponderaciones típicas. Como pequeño ejemplo dilucidatorio pongo en un extremo totalmente diferente al público infantil que el de avanzada edad, o el público de una discoteca frente al de un auditórium. Son extremos que nos clarifican y obligan a actuar de forma diferente, pero también nos previenen de que existen muchas más sutilezas sonoras de las que en un principio hubiéramos sospechado.
Uno de los factores que influye más en el sonido es la música y sus intérpretes. Los conceptos de Dinámica y Ecualización, son de lo más influyentes dependiendo del estilo escogido. Nosotros deberemos de estudiar previamente estas formas musicales para saber, primero como son conceptualmente, y luego poder actuar correctivamente si así lo necesitaran. Si uno se especializa en determinado estilo, debería de conocer el máximo número de trabajos ajenos, anteriores y futuros, para ir primero formándose y luego reforzando los conocimientos y conclusiones llegadas. Nuestra experiencia es la piedra angular en la cual se basará nuestro éxito. Sólo con dicho saber podremos usar toda la parafernalia típica en una Grabación y en un posterior ReMasterizado, tales como Compresores, Ecualizadores, etc..
Así que podemos concluir con que el trabajo posterior a nuestra experiencia auditiva, para ser eficaz, debe de contar no sólo con una exquisita escucha, sino un análisis y un bagaje cultural previamente estudiado. Es cuando empecemos a dilucidar diferencias y parecidos, cuando llegaremos a razonamientos concluyentes.
Algunas opciones y soluciones
Si el presupuesto es realmente limitado, siempre podríamos optar
por asociarnos con amigos, de tal forma de poder montar un pequeño estudio,
entre todos, y repartirse el uso del mismo.
Una opción asequible es el uso de programas de ordenador que nos puedan simular el hardware exterior, aunque para conseguir cierta calidad, seguiríamos necesitando una muy buena tarjeta de sonido y unas escuchas adecuadas.
Otra opción es usar un sólo equipo para todo, aunque eso genere ciertas incomodidades, pues nunca sería lo suficientemente "cómodo" y musical para un entorno doméstico, ni lo suficientemente riguroso y preciso, para uno profesional. También se pueden usar, por precio, aparatos domésticos en entornos profesionales y, cuando fuera posible, ir sustituyéndolos por Hard Pro.
Por último, una de las soluciones más inteligentes, aunque no del todo perfectas ni cómodas, es la adopción de auriculares de referencia que, en cierta manera, pueden suplir a unas escuchas mucho más caras. Si no hubiera forma de conseguir nada de ésto, siempre se puede optar por participar en algunos cursos o escuelas que dispongan del material adecuado, aunque, tarde o temprano, deberíamos de poder disfrutar de nuestro propio equipo de referencia.
Una opción asequible es el uso de programas de ordenador que nos puedan simular el hardware exterior, aunque para conseguir cierta calidad, seguiríamos necesitando una muy buena tarjeta de sonido y unas escuchas adecuadas.
Otra opción es usar un sólo equipo para todo, aunque eso genere ciertas incomodidades, pues nunca sería lo suficientemente "cómodo" y musical para un entorno doméstico, ni lo suficientemente riguroso y preciso, para uno profesional. También se pueden usar, por precio, aparatos domésticos en entornos profesionales y, cuando fuera posible, ir sustituyéndolos por Hard Pro.
Por último, una de las soluciones más inteligentes, aunque no del todo perfectas ni cómodas, es la adopción de auriculares de referencia que, en cierta manera, pueden suplir a unas escuchas mucho más caras. Si no hubiera forma de conseguir nada de ésto, siempre se puede optar por participar en algunos cursos o escuelas que dispongan del material adecuado, aunque, tarde o temprano, deberíamos de poder disfrutar de nuestro propio equipo de referencia.
Hardware, zona profesional
La zona de escucha profesional suele ser bastante más onerosa
que la doméstica, especialmente si esta última está dotada de un equipo de gran
consumo. Y es que la inversión tiende a revertir en muy buenas respuestas técnicas
y prestaciones, y éstas, sólo aparecen en la gama media-alta del hardware profesional.
Desde la popularización del ordenador y la potencia que éste ha ido adquiriendo, la configuración del Hard pro se ha diversificado, presentando características peculiares, propias de la era digital.
Hay diferentes opciones a la hora de diseñar un equipo de trabajo, pero no hay que pensar que por elegir ciertos sistemas vayamos a conseguir más calidad por menos dinero. Ésto viene al caso de la moda de digitalizarlo todo en inclusive de trabajar exclusivamente con el ordenador. Como todo en la vida, también en lo digital hay clases y clases: no todos los bits son iguales.
Antes y entre equipos analógicos se podía dilucidar cual podía competir a fuerza de cifras y prestaciones, mientras que, en los equipos digitales, al tener respuestas parecidas, es más fácil disfrazar equipos mediocres...por no decir nefastos.
En todo caso esta panorámica que voy trazando, apunta posibles soluciones y problemas, que abordaré en su momento, pero la estoy enfocando cara a la escucha.
Lo primero a decidir es si el lugar Pro va a dedicarse a Grabación o Masterización (o ambos). Pues en el primer caso de debe de contar también con el equipo adecuado para la captación y modulación del sonido.
El mismo razonamiento aplicado a la Doméstica valdría aquí: es decir, equipo mínimo con la máxima calidad.
Lo más destacable es que el Previo o Preamplificador toma el cuerpo de Mesa de Mezclas.
Otra diferencia visible es el diseño llamado profesional, y más ergonómico que el doméstico (donde prevalece la estética a la funcionalidad), con botones y controles más grandes, visibles a cierta distancia, retro iluminados, etc. y todo enmarcado en el tamaño estándar de 19".
Hay además cierto equipo de control adicional que normalmente no aparece en la zona doméstica, tales como Ecualizador, Limitador, Acondicionador acústico (paneles, absorbentes, resonadores...), etc. .
Se necesitarán por lo tanto una serie de conocimientos para:
Por último decir que una de las partes más olvidadas y más importantes del equipo de audio pro, sea cual sea su nivel, es el entorno acústico, su tamaño, forma y acondicionamiento.
Poco a poco habrá que descubrir las soluciones más razonables y asequibles, pero para ello deberemos ampliar nuestros conocimientos sobre acústica y psicoacústica.
Desde la popularización del ordenador y la potencia que éste ha ido adquiriendo, la configuración del Hard pro se ha diversificado, presentando características peculiares, propias de la era digital.
Hay diferentes opciones a la hora de diseñar un equipo de trabajo, pero no hay que pensar que por elegir ciertos sistemas vayamos a conseguir más calidad por menos dinero. Ésto viene al caso de la moda de digitalizarlo todo en inclusive de trabajar exclusivamente con el ordenador. Como todo en la vida, también en lo digital hay clases y clases: no todos los bits son iguales.
Antes y entre equipos analógicos se podía dilucidar cual podía competir a fuerza de cifras y prestaciones, mientras que, en los equipos digitales, al tener respuestas parecidas, es más fácil disfrazar equipos mediocres...por no decir nefastos.
En todo caso esta panorámica que voy trazando, apunta posibles soluciones y problemas, que abordaré en su momento, pero la estoy enfocando cara a la escucha.
Lo primero a decidir es si el lugar Pro va a dedicarse a Grabación o Masterización (o ambos). Pues en el primer caso de debe de contar también con el equipo adecuado para la captación y modulación del sonido.
El mismo razonamiento aplicado a la Doméstica valdría aquí: es decir, equipo mínimo con la máxima calidad.
Lo más destacable es que el Previo o Preamplificador toma el cuerpo de Mesa de Mezclas.
Otra diferencia visible es el diseño llamado profesional, y más ergonómico que el doméstico (donde prevalece la estética a la funcionalidad), con botones y controles más grandes, visibles a cierta distancia, retro iluminados, etc. y todo enmarcado en el tamaño estándar de 19".

Grabador DAT profesional
Hay además cierto equipo de control adicional que normalmente no aparece en la zona doméstica, tales como Ecualizador, Limitador, Acondicionador acústico (paneles, absorbentes, resonadores...), etc. .
Se necesitarán por lo tanto una serie de conocimientos para:
- Elegir el equipo adecuado a nuestras necesidades y
- Calibrar dicho equipo
Por último decir que una de las partes más olvidadas y más importantes del equipo de audio pro, sea cual sea su nivel, es el entorno acústico, su tamaño, forma y acondicionamiento.
Poco a poco habrá que descubrir las soluciones más razonables y asequibles, pero para ello deberemos ampliar nuestros conocimientos sobre acústica y psicoacústica.
Criterios de selección
Si unos de los criterios de elección, en los equipos de gama doméstica,
podía ser la comparación de los datos técnicos, en el High End estos criterios
(superados ampliamente en la mayoría) pasan a un segundo plano, prevaleciendo
la respuesta emocional y a veces rayando el esoterismo. En todo caso la escucha
directa o la opinión de expertos, tanto en establecimientos dedicados como en
prensa especializada, puede ser determinante.
Desde luego la experiencia sonora del sonido en vívo es la mejor aleccionadora, pero aparte la dificultad de poder recordar esa experiencia en el propio salón de casa, la diferencia tímbrica y estilística, no hay que olvidar que uno es el sonido real y otro es el sonido grabado.
Este sonido grabado, por mucho que intente ser fiel al original, ha sufrido una serie de procesos de adaptación, tanto eléctricos, numéricos, como psicoacústicos.
Es este arte el que trataremos de dominar, por eso es tan importante saber que contamos con un sistema de escucha de la máxima calidad, claro está, el que nuestro presupuesto nos permita.
Desde luego la experiencia sonora del sonido en vívo es la mejor aleccionadora, pero aparte la dificultad de poder recordar esa experiencia en el propio salón de casa, la diferencia tímbrica y estilística, no hay que olvidar que uno es el sonido real y otro es el sonido grabado.
Este sonido grabado, por mucho que intente ser fiel al original, ha sufrido una serie de procesos de adaptación, tanto eléctricos, numéricos, como psicoacústicos.
Es este arte el que trataremos de dominar, por eso es tan importante saber que contamos con un sistema de escucha de la máxima calidad, claro está, el que nuestro presupuesto nos permita.
Hardware, Zona domestica
En la zona doméstica podría reducirse a tres elementos:
Si además quisiéramos escuchar otro tipo de fuentes diferentes a las del CD, deberíamos incorporar los correspondientes lectores, como por ejemplo platos para vinilo, pletinas de K7, lectores de Dat, magnetófonos de bobina abierta, etc.
(configuración media)
- lector de CD
- amplificador
- altavoces
(configuración medio-alta)
- lector de CD
- preamplificador
- etapa de potencia
- altavoces
(configuración alta)
- plato de CD
- convertidor DA
- preamplificador
- crossover
- etapas de potencia
- altavoces de varias vías
Si además quisiéramos escuchar otro tipo de fuentes diferentes a las del CD, deberíamos incorporar los correspondientes lectores, como por ejemplo platos para vinilo, pletinas de K7, lectores de Dat, magnetófonos de bobina abierta, etc.
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