Un método usual para educar el oído es, además de asistir a muchos
conciertos en vivo, trabajar con grabaciones de alta calidad y con
librerías de sonidos,
llamadas Samples. Pero lo más acertado es conseguir algún sistema
ya preparado
de educación aural, enfocado hacia el sonido Pro. Lo más fácil es
que dicho curso sea en soporte digital, pues de ésta forma nos curaremos
en salud y no arriesgaremos una cierta degeneración del soporte con el
uso. Éstos cursos ofrecen centenares de ejemplos con comparaciones A-B,
lo cual nos obliga a reflexionar y tomar decisiones,
de tal modo que, al final de los ejercicios diarios, nos ofrezcan
una evaluación
de nuestra evolución en cuanto a perfeccionamiento auditivo.
Los diferentes parámetros que afectan al sonido grabado son también parte de
estos ejercicios, por ende su finalidad no es sólo la de conseguir una muy buena
audición sino además una escucha preparada para el técnico en grabación o Masterización.
En ellos además de analizar frecuencias se abordan aspectos tales y muy sutiles
como la distorsión o la compresión...
Claro está que antes uno necesita saber cuales son los parámetros que abarcan
todos éstos "efectos", para así poder saber de qué se está hablando.
Así que tenemos un doble trabajo paralelo: por un lado debemos de saber manejar
cierto hardware Pro, y por otro lado también nos auto-educaremos en discernir
los cambios que dicho hard provoca, sea para bien o para mal.
Éste es un trabajo muy personal y que nadie puede hacer por nosotros, y sólo
la constancia y el empeño puede llevarnos a buen término. De sobra es conocida
la afirmación que sólo los oídos infantiles abarcan mayor espectro de frecuencias,
y que con la edad se pierden "capacidades", pero no deja de ser más
cierto que se necesita un tiempo, a veces años, para lograr una escucha "educada",
así que nunca es tarde para aprender a escuchar bien.
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