El sonido es una onda que se transmite en un medio elástico. Para que dicha onda se genere, se necesita un accidente que altere el equilibrio molecular. El accidente crea una onda, que no es más que un frente de energía que se trasladará, molécula a molécula, por distorsión elástica, hasta que dicha onda se extinguirá, por diversos motivos.
En las bolas de Newton veremos que al golpear con una bola, la última de la hilera responderá a dicho golpe. Aunque aparentemente el resto de bolas centrales no se hayan movido, han sufrido un proceso de compresión y expansión, por el cual la energía del primer golpe se ha ido trasmitiendo. Y eso que las bolas son de acero, pero no dejan de ser un medio elástico ya que, a su vez, están compuestas de múltiples micro bolas, que no son otra cosa que las moléculas, de las cuales están compuestas.
El hecho que la energía se vaya extinguiendo, por fenómenos tales como roce o disipación en forma de calor, lo demuestra que la última bola tiene menos impulso que la primera, y al final el péndulo se para.
Nos tenemos que imaginar por lo tanto que un medio elástico es susceptible de transmitir esa primera vibración, en forma de ondas, tal como podemos observar cuando arrojamos una piedra a un estanque.
El medio en el cual trabajaremos más a menudo será el aire, aunque cuando hablemos de los Piezoeléctricos veremos como estos micrófonos captan las vibraciones por medios sólidos. Tendremos que conocer, por lo tanto, los fenómenos que ocurren para poder controlar mejor las ondas sonoras.
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