jueves, 3 de abril de 2014

Prueba de sonido, imprescindible

Lo importante de nuestras audiciones es que nos satisfagan para el fin con el cual han sido instaladas. Es decir que aunque los equipos se parezcan, es indudable que dependiendo del soft (música) inyectado, así deberíamos de perfilarlos. Por ende lo más lógico sería empezar a probar el equipo con sonidos concretos y no ya tonos de calibración.
Para ello deberíamos antes que nada, conseguir ciertas librerías de sonidos puros o samples: grabaciones muy recias que presentan los sonidos aislados, de tal forma que podamos apreciar toda su calidad.
Existen numerosas librerías, enfocadas principalmente hacia dos campos:
  1. Efectos de sonido
  2. Samples para Samplers
El primer caso está determinado hacia efectos incidentales tales como ruidos variadísimos que encontramos en campos tan diversos como la industria, la naturaleza o el propio comportamiento humano, y aunque están dirigidos como sustento de ambientaciones sonoras, especialmente el películas, nos servirán a nuestro fin.
Canto de Gallo (extracto estéreo 1 s.)
En el segundo caso tenemos instrumentos acústicos u eléctricos, muestreados en todas sus variantes virtuosísticas y con muestras a diferentes alturas (normalmente unas 3 notas por octava), que nos muestran el sonido puro de dicho instrumento, como si lo tuviéramos delante de nosotros, haciendo la grabación en ese instante.
Charango Mi4 (extracto estéreo 1 s. - Andean Sampler)
Es importante saber discernir entre muestras de calidad y muestras corrientes, pues como todo, también aquí abundan las colecciones mediocres: deberíamos de trabajar sólo con las mejores muestras.
Un factor muy importante, y que lleva a ciertos equívocos, es el ambiente en el cual dichas muestras han sido conseguidas. Aunque las muestras sean de muy buena calidad, es cierto que a veces tienen un efecto colateral, reverberación de la sala donde han sido tomadas, que "colorean" en parte dicho sonido. Lo mejor es conseguir muestras lo más secas posibles.
Una prueba total que podemos efectuar (y que a posteriori nos serviría para probar nuestras propias unidades de efectos) es la de reproducir sonidos grabados en Cámara Anecóica, la cual carece de toda reflexión y por ello no colorea el sonido de los instrumentos. Para ello deberíamos de conseguir dichos registros en Cds especializados.
Händel - Música Acuática - Grabado en Cámara Anecóica (extracto  mono 4,6 s.)
Cámara anecóica
Cámara Anecóica

Una vez superada esta etapa previa de valoración sonora de nuestra escucha, con muestras singulares, pasaríamos a reproducir muestras complejas, tales como música grabada, eligiendo naturalmente los mejores discos que conozcamos, y que vayan acorde con el trabajo que posteriormente queramos realizar (de nada serviría reproducir música clásica si luego vamos a mezclar música técno, e viceversa).
Tenemos que tener en cuenta, dependiendo del programa musical elegido, los factores de dinámica implícitos, pues, dependiendo del estilo musical, comprobaremos que se eligen unos u otros criterios. Por ejemplo es notorio que en música clásica se tiende a extender la dinámica, pasando de unos pianísimos a unos fortísimos, por ello hay que ser concientes de las características, tanto sonoras como técnicas de los registros. Igualmente se debe de pensar cómo debería de sonar en su destino final, para poder emular dichas propiedades de reproducción. Si, por ejemplo, pretendemos que nuestro producto suene en ciertos Clubs de baile, deberíamos de tener unas Escuchas Grandes, unos Subgraves, y una sala adecuada para su colocación.

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